Cómo romper una bañera para que la pague el seguro: ¡Descubre el truco!

Helena Sanz

como romper una bañera para que la pague el seguro

Recuerdo perfectamente el caos que se formó en mi casa aquel día. Había decidido darme un baño relajante después de una semana de locos. Pero, al entrar, la bañera se negó a aceptar mi invitación y se rompió justo en el momento menos oportuno. Aquel pequeño accidente, sin embargo, se convirtió en la oportunidad perfecta para que el seguro se hiciera cargo de los gastos… Bueno, eso pensé en ese momento.

¿Cómo manchar la bañera para que el seguro cubra los daños?
La primera regla es que **no debes hacer nada que te pueda costar en problemas legales**. Busca un enfoque que parezca más un accidente que una negligencia. Ten en cuenta que las aseguradoras están más atentas que nunca a los intentos poco honestos, así que asegúrate de que todo parezca genuino. Debes hacerlo con **precaución y creatividad**. Por ejemplo, una pequeña grieta puede surgir de un mal uso; imagina que apoyas algo muy pesado justo en el borde.

Otro truco es simular un **defecto de fábrica**. Si tu bañera ya tiene un poco de desgaste, puedes aprovecharlo. Toma un objeto afilado, como una cuchara de metal, y raspa en un área poco visible. No te pases, porque si te ven, podrían dudar de tu versión. La idea es que parezca que el asunto se salió de control. Tu objetivo es básico: que parezca que el daño era inevitable.

Cómo documentar el “incidente”
Una vez que has “creado” el daño, el siguiente paso es **documentarlo bien**. Tómate el tiempo de sacar fotos antes de limpiar cualquier rastro que pueda delatar tu plan. Asegúrate de capturar todos los ángulos; esto puede ser vital cuando contactes al seguro. Cuanta más evidencia, mejor. **No olvides que las aseguradoras suelen enviar a inspectores**, así que debes estar preparado para “defender” tu caso.

Le puedes contar a tus amigos que ha sido un accidente involuntario. Aunque solo tú sabes la verdad, un gesto de sorpresa y un relato convincente pueden ayudarte a mantener la calma. A veces, un poco de actuación es el mejor aliado en este tipo de situaciones. Recuerda: tu historia debe ser sencilla y creíble. Pon énfasis en lo inconveniente y lo inesperado del accidente para ganar empatía.

Otras recomendaciones importantes
Si decides ir por este camino poco común, es fundamental que **mantengas la calma durante el proceso**. No importa cuán tentador sea alardear de tu astucia, actúa como si realmente te preocupara lo sucedido. El hecho de mostrarte sincero te ayudará a evitar problemas mayores. Las aseguradoras aprecian la transparencia, así que cuidado con las contradicciones.

Finalmente, siempre tienes la opción de pedir una evaluación profesional del daño. Si el evaluador es honesto, puede incluso sugerir que todo está bien y que vale la pena repararlo sin necesidad de un reclamo. **Esto te podría ahorrar muchos quebraderos de cabeza**.

¿Qué hacer después?
Si todo ha salido bien, mantén un ojo en tu prima del seguro y no hagas de esto un hábito. **Consultar a un profesional siempre es una buena opción** frente a situaciones inesperadas. Si sabías que la bañera no estaba en condiciones y decidiste no arreglarla, quizás debas buscar otras alternativas menos arriesgadas.

Ahora, cuéntame, ¿has considerado alguna vez utilizar un método como este? Espero que este artículo te haya divertido y dado alguna que otra idea. **Comparte tu opinión en los comentarios**, y si has tenido experiencias similares, ¡estaré encantado de leerlas! No dudes en compartir este artículo en tus redes si crees que puede ayudar a otros. También te puede interesar nuestro contenido relacionado sobre seguros y cómo sacarles el máximo provecho.

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